Casi ya nos encontramos a mediados del año 2014 y muchos ya empiezan a hablar de recuperación, de haber tocado fondo y de repunte del sector inmobiliario. Esto denota la imperiosa necesidad que tienen algunos por vender, sólo hace falta darse una vuelta sino por el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) este fin de semana.
Ante esto, desde Arark, sólo podemos aconsejar una cosa: Esperar, para comprar aún queda mucho tiempo. Las oportunidades aparecerán y el varapalo de estos años ha sido tan grande que incluso vamos a tener la opción de dejar pasar las primeras que se nos presenten porque, créenos, aparecerán otras incluso mejores que las primeras.
Bien es sabido de la necesidad de vivienda en España y que la demanda existe pero permanece dormida en espera de que los precios dejen de caer y se tranquilicen, pero te aseguramos que los precios no van, ni pueden subir.
¿Por qué podemos asegurar esto y en qué nos basamos?
El valor de cualquier cosa viene determinado por la oferta y la demanda. Ya hemos mencionado que hay demanda aletargada y sin prisa por comprar e incluso dispuesta a romper con la filosofía tradicional española de tener una vivienda en propiedad y comprometerse con otro mercado más seguro actualmente… el del alquiler.
Pero, ¿Y la oferta? Sigue siendo enorme, con más de 700.000 pisos vacíos y sin expectativas de ser ocupados, bancos compitiendo en un sector que no es el suyo financiando sólo sus activos tóxicos e inmobiliarias atadas de pies y manos por el endeudamiento en el que han caído.
Los precios para la compra de vivienda no repuntarán hasta que no aumente el poder adquisitivo de las familias, no haya emigración del sector de población demandante de vivienda en España, y el mercado laboral mejoré.